LA EMPRESA TIRA PARA ATRÁS CON SU IMPOSICIÓN

Gracias a que los firmantes de convenio habían hecho las cosas bien “un juez así lo ha reconocido”, podemos dejar de poner velas y darle las gracias a la Moreneta por dejarnos como estábamos. Eso sí, como estábamos pero con 100 € menos, que es el promedio que nos han descontado simplemente por asistir a una asamblea para que nos informaran, bueno para que nos informaran y nos manipularan, porque de buenas a primera nos vimos votando o huelga o huelga “vivan las opciones”. Por cierto, que ahora dicen que la desconvocan. La convocaron con dos meses de antelación, hace una semana organizaban el comité de huelga, ahora la desconvocan cuando falta mes y medio para el 11 de enero. En otras cosas no correrán pero para convocar y desconvocar huelgas vuelan. Otra cosa ¿la huelga era contra el “camuflado art. 41” o para conseguir un buen convenio?.
Lo dicho, gracias a que algunos han hecho bien las cosas, la dirección de la empresa no tiene más remedio que acatar la resolución judicial y suspender la aplicación del famoso art. 41. La acata a regañadientes como lo indica el hecho que ya haya manifestado que recurrirá la sentencia. Y ante esa circunstancia la mayoría radical “aunque ya menos” se descuelga diciendo que ve un cambio positivo en la dirección. De que ahora la mayoría radical “aunque ya menos” crea que se puede empezar a negociar a partir de la propuesta que hizo la dirección en abril “propuesta que hace ocho meses le dijeron a la dirección que se la metieran por el culo” no le ve ningún cambio, ni positivo ni negativo, ni de echarle cojones ni de bajarse los pantalones. Es evidente que el cambio que sí se observa en la mayoría radical “aunque ya menos” no es fácil de calificar. Pero está claro que si empezamos a negociar a partir de lo que estaba sobre la mesa hace ocho meses, quiere decir que hemos hecho un viaje de ocho meses a ninguna parte, que todo el tiempo, la tensión, el enfrentamiento y la división entre trabajadores, la siembra de desconfianza hacia el sindicalismo, asambleas, mermas económicas, etc. no han servido para nada, que hemos hecho un viaje para el que no hacían falta alforjas.
En fin esperemos que esta mayoría “radical” haya aprendido que a una negociación de convenio es más productivo ir con la cabeza que con los cojones, que negociar con la dirección no es entregarle una carta a los reyes magos y amenazar con pataletas si no entregan los regalos. Esperemos que esta mayoría “radical” aprenda a no excluir a los que no le besan los pies, y sí a aprovechar todas las aportaciones que puedan realizar los demás. Que es más fácil hacer un buen convenio desde la unidad que desde el enfrentamiento. En fin que empiecen a utilizar al comité de empresa que por algo es el órgano que nos representa a todos.